lunes, 26 de septiembre de 2011

Bibliografías de Ana Mansilla García


Bibliografía 1: Valoración del paciente                                                           (19/09/2011)

María de Jesús García González. El proceso de enfermería y el modelo de Virginia Henderson. México, D. F: Editorial progreso, S. A de C. V; 2002

Todo enfermero debe saber que la valoración es el primer paso que se debe llevar a cabo cuando nos encontramos con un nuevo paciente, ya sea en un centro de salud, en un hospital o domicilio.

La valoración del paciente es la primera etapa del proceso  de enfermería  y es la que más información recoge sobre el estado del paciente, así bien se puede recoger información no tan solo de éste, sino de la procedente de otras fuentes como son la historia médica anterior, la historia familiar e historia social, la bibliografía referente al problema, registro de enfermería etc.

La importancia de esta primera etapa viene marcada porque los datos que recoge son utilizados para avanzar en las siguientes etapas del proceso de enfermería.

Hay varios tipos de valoración, que son:
-Valoración focalizada: Esta se realiza a través de la observación de signos que nos indican si existe o no enfermedad.
-Valoración de los datos básicos: Se recomienda que la valoración debe ser  planificada, sistemática y completa. Si no se realiza de esta manera la información del paciente será incompleta y no se le estará tomando  como un ser bio-psico-social  y espiritual.

Es importante saber que la enfermera  debe tener unos conocimientos básicos que le ayudaran a realizar una valoración sobre el estado fisiológico, psicológico, socio-cultural y espiritual del paciente. Esto le ayudara  a identificar cambios en valoraciones posteriores. 

Los instrumentos que sirven de guía para la valoración son numerosos, pero a la hora de organizar los datos recogidos, generalmente se siguen esquemas metodológicos, como el de los patrones  funcionales de salud desarrollados por M. Gordon.
Por último la agrupación de los datos, nos va a orientar a identificar los diagnósticos de enfermería y los problemas interdependientes.

En conclusión, en la recogida de datos o valoración del paciente lo más importante es tomar nota de todos los signos y síntomas que puedan aparecer en el paciente, a través de los cuales podemos realizar diagnósticos y poder llevar  a cabo las acciones apropiadas para conseguir una mejora sobre el estado del paciente.

Bibliografía 2: Infección, Inflamación y Mecanismos de defensa                (26/09/2011)

Potter, P.A.; Perry, A.G. Fundamentos de Enfermería,  2  vols. 5ª ed. España: Elsevier  Mosby; 2002

He escogido esta bibliografía porque explica de forma clara y concisa los temas que abarcamos en la asignatura, y que nos facilita el buen entendimiento de  los conceptos que están comprendidos en ella.

De una forma general define términos como  la inflamación, que consiste en la respuesta celular del organismo frente a las agresiones e infecciones.
También es básico saber que la inflamación viene acompañada de unos signos que son hinchazón, enrojecimiento, calor, dolor o sensibilidad y pérdida de la función de la parte del organismo afectada.

Del mismo modo se puede definir la infección como  la penetración y desarrollo de gérmenes patógenos en el organismo.
La infección puede ser localizada, por ejemplo la infección de una herida  donde los cuidados adecuados pueden controlar su propagación y reducir al mínimo la enfermedad o sistémica que es aquella que afecta a todo el cuerpo y no solo a un órgano o parte de él y que podría ser mortal.

Cualquier sistema orgánico tiene mecanismos de defensa que le defienden frente a la exposición a los microorganismos infecciosos.
La flora normal, el sistema de defensa corporal y la inflamación son defensas inespecíficas que protegen de los microorganismos, independientemente de que haya habido un contacto previo con ellos.

Así, al igual que hay defensas inespecíficas, también las hay específicas, contra gérmenes patógenos específicos. Si cualquiera de las defensas del organismo falla, la infección puede progresar rápidamente hasta provocar un grave problema de salud.

Dicho todo esto, y entendiendo la cadena de infección, cuando un paciente desarrolla una infección, la enfermera es capaz de observar los signos y síntomas de ésta y adoptar las acciones adecuadas para evitar que se extienda.
El curso de una infección influye sobre los cuidados enfermeros prestados, ya que también la enfermera es la responsable de administrar correctamente los antibióticos y controlar la respuesta del tratamiento farmacológico. 
Es importante saber que la complejidad del cuidado depende también de los sistemas del organismo afectados por la infección.

Bibliografía 3: traumatismos, heridas y contusiones                                        (5/10/2011)

Lourdes Chocarro González, Lourdes Chocarro, Carmen Venturini Medina. Procedimientos y Cuidados en Medico Quirúrgica. España: Elsevier; 2006.

En este libro quedan muy bien explicados los conceptos que  hemos abordado en clase.

El traumatismo lo define como una lesión producida por un agente físico, químico o mecánico. Esta lesión puede ser intencional, como es el caso de una herida quirúrgica o de una punción venosa  o también puede ser accidental, como sería  accidentes de tráfico, agresiones de arma blanca o de fuego, accidentes laborales, picaduras, mordeduras, asta de toro, etc.

Cuando los traumatismos son cerrados se denominan contusiones, y no hay afectación de la piel; cuando son abiertos se denominan heridas.
Por tanto podemos definir una herida como la presencia de una solución de continuidad de la piel y/o mucosas producida por un agente físico, químico o mecánico.

Toda herida se  caracteriza por los siguientes síntomas: hemorragia, dolor y separación de bordes. Si una lesión se abre de dentro hacia fuera como consecuencia de la lesión de tejidos profundos se denomina ulcera.

En cuanto a la actuación de la enfermera o enfermero cuando llega un paciente que tiene una herida debemos de:

Siempre medir la longitud, la anchura, y profundidad de la herida y registrarlo para poder comparar y evaluar  el proceso de curación. Hay que valorar la cantidad y profundidad de la pérdida del tejido para ver qué tipo de tratamiento empleamos.

Valorar el estado y el riesgo tetanígeno de una herida, conocer y dominar la técnica de cura más adecuada, son ejemplos de conocimientos que la enfermera debe dominar  para poder aplicar unos cuidados de calidad, evitando molestias innecesarias al paciente y situándolo  en las mejores condiciones para que restablezca la salud.

Bibliografía 4: Tumores y Cáncer de mama                                                        (17/10/2011)

Isabel de la Torre Gálvez, Manuel Ángel Cobo Dols, Teresa Mateo Rodríguez, Luz Inmaculada Vicente Peralta. Cuidados enfermeros al paciente oncológico. España: Publicaciones  vértice S.L; 2008

Esta bibliografía esta cogida de un libro que explica los tumores de una forma muy específica, en el cual cualquier persona interesada puede informarse de: que es un tumor, que tipos de tumores existen e incluso las relaciones interpersonales con el paciente oncológico que todo enfermero enfermera debe saber.

Incide en la importancia del cáncer ya que es la primera causa de muerte en España, debido a que ocasiona más de 90.000 muertes anuales y es responsable de la cuarta parte de las defunciones.

Habla de cómo se producen los tumores haciendo hincapié en el proceso de la carcinogénesis, de sus genes causantes, así como de su etiología, ya que existe una lista de factores que aumentan el riesgo de padecer un tumor (tabaco, alcohol, radiaciones, hábitos alimentarios etc.)

Define de una forma clara que son los carcinomas, sarcomas, leucemias, linfomas y de la estadificación del cáncer que describe el tamaño del tumor y su grado de diseminación.
Como he mencionado anteriormente existen muchos canceres, aunque los mas frecuente en nuestro país son:

-Cáncer de pulmón
-Cáncer de colon
-Cáncer de mama

El cáncer de mama es uno de los tumores más frecuentes del mundo. Este libro proporciona datos estadísticos de defunciones relacionadas con la aparición de casos nuevos de esta enfermedad (en 2007 fueron 178.480 casos nuevos) así como las defunciones que ha producido que se encuentran en torno a unas 40.460 defunciones.

También nos podemos encontrar con los tipos de tratamientos para el cáncer de mama al igual que para otros así como la quimioterapia y la radioterapia, en el cáncer de mama  la disección axilar ha sido y es  un punto crítico para el estadiaje, pronóstico, y tratamiento  desde hace más de un siglo.

liografía 5: El paciente terminal                                                                          (28/10/2011)

Ana María Ospina Velasco. Apoyo al paciente terminal y a la familia. Acción profesional desde el trabajo social. Cali, Colombia: Universidad del Valle. Facultad de Humanidades; 2000.  p. 47-56.

He elegido este libro porque aporta información adicional y que puede ser complementaria al tema visto en clase.

Este libro no nos define que es un paciente terminal, o los síntomas que puede padecer, pero sí que nos muestra estadísticas sobre las enfermedades que  han llevado a los pacientes a fases terminales, entre ellas y en primer lugar se encuentra el cáncer y seguidamente la enfermedad del sida (VIH).

La acción profesional con pacientes terminales y sus familias exige al trabajador social la comprensión no solo de la problemática emocional sino también los conocimientos básicos sobre la enfermedad que aqueja al paciente, pues hay una relación directa entre la evolución de la patología orgánica y los estados de ánimo del paciente.

Es cierto que la proximidad de la muerte generalmente conmociona al ser humano en forma avasalladora, afectándole hasta en lo más intimo de su ser. En este sentido se ha hablado del “tabú de la muerte”. 

Distintos estudios, sobre los enfermos terminales, plantean que se le aclare o no su diagnostico al enfermo, el proceso de deterioro de la salud  y los implícitos o explícitos mensajes de quienes le rodean, lo hacen presentir la cercanía de su muerte. En algunos, se observa un rechazo explicito hasta el final; le plantean  al médico que saben que tienen cáncer, por ejemplo, pero no desean saber nada mas de la enfermedad, ni cuanto les queda de vida.

También nos explica las distintas fases que pasa un paciente cuando sabe su diagnostico de enfermedad terminal y que constituyen un proceso que va del rechazo  a la aceptación final de la muerte (negación y aislamiento; ira; pacto; depresión y aceptación).

La esperanza de sobrevivir generalmente subsiste en las cuatro primeras fases, apoyándose en diferentes motivos, desde la posibilidad de que se descubra un medicamento más efectivo, hasta la eventualidad de que ocurra un milagro.

 La esperanza sostiene al paciente para resistir muchos procedimientos importantes que mejoraran su calidad de vida hasta que fallezca. Generalmente, ésta cede en la fase de aceptación final y es señal de muerte inminente.



Bibliografía 6: Valoración Dermatológica                                                      (31/10/2011)

Javier Daza Lesmes. Evaluación clínico-funcional del movimiento corporal humano. Edición reimpresa. Editorial  Médica Panamericana; 2007.pg 195-202.

Me he fijado en este libro debido a que dedica uno de sus temas a explicar y plasmar en imagen en qué consiste el examen clínico funcional del sistema tegumentario.

Para la valoración del sistema tegumentario y la aplicación de las pruebas específicas, básicamente se cuentan con tres fases principales: la inspección, la palpación y la movilización tisular, y la instrumentación.

La inspección juega un papel fundamental y se inicia con el contacto del paciente. El poder de observación del profesional de enfermería permite registrar información precisa y comparable en cada prueba de control.

Para realizar una adecuada valoración dermatológica,  se deben tener buenas  condiciones lumínicas como por ejemplo la luz del día y en ausencia de esta se realiza con luz de tubo fluorescente.

El estudio completo comprende los diferentes planos y áreas del cuerpo y es necesario retirar cualquier tipo de vendaje o cubierta del área corporal explorada.

Es importante no olvidarse de la inspección de prominencias óseas y las áreas de contacto con las ayudas ortopédicas  y las prótesis. 

Inicialmente se valoran las características generales de la piel, como son el color, la textura, la apariencia general, el grosor, la distribución del pelo y vello, y el volumen.
Los cambios en la coloración de la piel pueden dar lugar a palidez, rubor, cianosis, ictericia, hiperpigmentación o hipopigmentación.
La textura permite deducir el grado de hidratación de la piel así se describe como seca, fina, grasa, descamada etc.
La diferencia entre el volumen del tejido cutáneo entre dos regiones se relaciona con la acumulación de líquido en el tejido celular subcutáneo, lo cual altera las propiedades biomecánicas de la piel de acuerdo con la magnitud del edema.

En este tema se ilustra en un cuadro las propiedades bioquímicas de la piel que son:
Movilidad, consistencia, extensibilidad, elasticidad, flexibilidad, viscoelasticidad y rigidez y resistencia a diferentes tipos de carga.

 Por último durante la fase de instrumentación el profesional utiliza diferentes dispositivos para cuantificar y determinar las cualidades del sistema tegumentario que requieren de mayor precisión. 



 Bibliografía 7: Quemaduras                                                                                     (7/11/2011)

Linda Bucher, Jean Foret Giddens, Patricia Graber O´Brien, Sharon Mantik Lewis. Enfermería medico quirúrgica: valoración y cuidados de problemas clínicos. 6º ed. España: Elsevier; 2004

Me ha gustado este libro porque aporta información no vista en clase y que nos ayuda a tener mayor conocimiento en el tema de las quemaduras, que son lesiones que se producen actualmente y de  forma diaria, y la mayoría de ellas son evitables.

Explica que la quemadura ocurre cuando existe una lesión de los tejidos corporales producida por calor, agentes químicos, corriente eléctrica o radiación. Los efectos resultantes están influidos por la intensidad de la energía, la duración de la exposición,  y el tipo de tejido lesionado.

Es importante saber que anualmente mueren unas 12.000 personas como resultado directo de las quemaduras. Mas o menos un millón sigue con incapacidades considerables sustanciales  o permanentes como consecuencia  de su lesión de quemadura. Las tasas más altas de  mortalidad ocurren en niños (en especial en niños de edad preescolar) y en ancianos.

Este libro nos muestra una tabla en la cual explica el aspecto clínico, la causa y la estructura de los tipos de grados de quemaduras siendo la superficial, el primer grado; la profunda, de segundo grado  y los grados tercero y cuarto se refiere a  cuando existe destrucción cutánea de grosor total.

Me ha parecido interesante como explica la extensión y localización de las quemaduras:

Extensión: utiliza dos guías comúnmente utilizadas:

  •    El mapa de Lund-Browder, se considera muy seguro porque toma en cuenta la edad del paciente, en proporción al tamaño del área con respecto al  cuerpo.

  •  La regla de los nueve: se considera adecuada para una valoración inicial del paciente adulto quemado.

Con frecuencia la extensión de la quemadura se revisa después de que el edema haya remitido y haya una demarcación de las zonas de la lesión. 

La localización: se relaciona con su gravedad.

Añade los factores de riesgo que producen una mala curación así como por ejemplo: pacientes ancianos, pacientes con enfermedades cardiovasculares, pacientes con Diabetes Mellitus, alcoholismo, drogadicción y malnutrición etc.

El conocimiento de las fuentes potenciales de quemaduras permite la solución del problema de prevención de quemaduras.
La enfermera como ciudadano y como profesional de asistencia sanitaria, se halla en una buena posición para realizar valoraciones de seguridad en los domicilios y enseñar a la gente sobre las lesiones por quemadura antes de que ocurran los accidentes.


Bibliografía 8: El sida                                                                                                (14/11/2011)  

Mirko Drazen Grmek. Historia del sida. Ciencia y técnica. México: Siglo XIX; 1992. P 143-148

Este libro trata en toda su extensión del sida, una enfermedad que antes se consideraba mortal pero que actualmente gracias a los avances científicos se puede considerar más bien una enfermedad crónica. Me centrado en las vías de transmisión por que constituyen la primera causa de la prevalencia de esta enfermedad, ya que esta es en la mayoría de sus casos contagiada de unas personas a otras.

En los últimos cinco años, las observaciones clínicas, los datos epidemiológicos y las experiencias de laboratorio, confirman que las modalidades de la transmisión del VIH son limitadas. No se transmite más que por tres vías: contacto sexual, introducción parenteral de la sangre y sus productos y pasaje de la madre al feto o al niño de pecho.

La modalidad más común es sin duda la infección durante las relaciones sexuales. En la esperma y en las secreciones vaginales de las personas contaminadas, el virus está presente en pequeñas cantidades en estado libre y en cantidades bastantes considerables en asociación estrecha con células infectadas.

Según las estadísticas, el número de mujeres occidentales que han contraído el sida hasta hoy como resultado de las relaciones sexuales con un compañero masculino no supera el 2% del total de sidosos adultos. En este grupo están incluidas además las mujeres que practicaban también el coito anal.
De acuerdo con las encuestas epidemiológicas de los dos últimos años, el riesgo que corre una persona en convertirse en seropositiva como consecuencia de las relaciones homosexuales o heterosexuales aumenta con el número de compañeros, con la frecuencia de otras enfermedades sexualmente transmisibles y con las relaciones sexuales traumatizantes.

El virus VIH puede estar presente en la saliva de una persona enferma o solamente seropositiva, pero solo en cantidades muy pequeñas.
Se han descrito algunos casos en que el virus había sido transmitido probablemente a partir de la boca por la felación homosexual y por caricias orogenitales lesbianas, pero hasta ahora no se conoce ningún caso absolutamente seguro de infección por el beso, ni siquiera por mordida.

El modo de transmisión más eficaz es la transfusión de sangre completa o la perfusión  de productos de sangre concentrados. Sin embargo, incluso cuando es introducido así en un organismo sano, el virus VIH  no siempre se instala en el. También las personas que deben de someterse a hemodiálisis no están a salvo de este nuevo peligro.





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