Bibliografía 1: Valoración del paciente (19/09/2011)
María de Jesús García González. El proceso
de enfermería y el modelo de Virginia Henderson. México, D. F: Editorial
progreso, S. A de C. V; 2002
Todo enfermero debe saber que la valoración es el primer
paso que se debe llevar a cabo cuando nos encontramos con un nuevo paciente, ya
sea en un centro de salud, en un hospital o domicilio.
La valoración del paciente es la primera etapa del
proceso de enfermería y es la que más información recoge sobre el
estado del paciente, así bien se puede recoger información no tan solo de éste,
sino de la procedente de otras fuentes como son la historia médica anterior, la
historia familiar e historia social, la bibliografía referente al problema,
registro de enfermería etc.
La importancia de esta primera etapa viene marcada porque
los datos que recoge son utilizados para avanzar en las siguientes etapas del
proceso de enfermería.
Hay varios tipos de valoración, que son:
-Valoración focalizada: Esta se realiza a través de la
observación de signos que nos indican si existe o no enfermedad.
-Valoración de los datos básicos: Se recomienda que la
valoración debe ser planificada,
sistemática y completa. Si no se realiza de esta manera la información del
paciente será incompleta y no se le estará tomando como un ser bio-psico-social y espiritual.
Es importante saber que la enfermera debe tener unos conocimientos básicos que le
ayudaran a realizar una valoración sobre el estado fisiológico, psicológico,
socio-cultural y espiritual del paciente. Esto le ayudara a identificar cambios en valoraciones
posteriores.
Los instrumentos que sirven de guía para la valoración
son numerosos, pero a la hora de organizar los datos recogidos, generalmente se
siguen esquemas metodológicos, como el de los patrones funcionales de salud desarrollados por M.
Gordon.
Por último la agrupación de los datos, nos va a orientar
a identificar los diagnósticos de enfermería y los problemas interdependientes.
En conclusión, en la recogida de datos o valoración del
paciente lo más importante es tomar nota de todos los signos y síntomas que
puedan aparecer en el paciente, a través de los cuales podemos realizar
diagnósticos y poder llevar a cabo las
acciones apropiadas para conseguir una mejora sobre el estado del paciente.
Bibliografía 2: Infección, Inflamación y
Mecanismos de defensa (26/09/2011)
Potter, P.A.;
Perry, A.G. Fundamentos de Enfermería,
2 vols. 5ª ed. España:
Elsevier Mosby; 2002
He escogido esta bibliografía porque explica de forma clara y concisa
los temas que abarcamos en la asignatura, y que nos facilita el buen
entendimiento de los conceptos que están
comprendidos en ella.
De una forma general define términos como la inflamación, que consiste en la respuesta
celular del organismo frente a las agresiones e infecciones.
También es básico saber que la inflamación viene acompañada de unos
signos que son hinchazón, enrojecimiento, calor, dolor o sensibilidad y pérdida
de la función de la parte del organismo afectada.
Del mismo modo se puede definir la infección como la penetración y desarrollo de gérmenes
patógenos en el organismo.
La infección puede ser localizada,
por ejemplo la infección de una herida
donde los cuidados adecuados pueden controlar su propagación y reducir
al mínimo la enfermedad o sistémica
que es aquella que afecta a todo el cuerpo y no solo a un órgano o parte de él
y que podría ser mortal.
Cualquier sistema orgánico tiene mecanismos de defensa que le defienden
frente a la exposición a los microorganismos infecciosos.
La flora normal, el sistema de defensa corporal y la inflamación son
defensas inespecíficas que protegen de los microorganismos, independientemente
de que haya habido un contacto previo con ellos.
Así, al igual que hay defensas inespecíficas, también las hay específicas,
contra gérmenes patógenos específicos. Si cualquiera de las defensas del
organismo falla, la infección puede progresar rápidamente hasta provocar un
grave problema de salud.
Dicho todo esto, y entendiendo la cadena de infección, cuando un
paciente desarrolla una infección, la enfermera es capaz de observar los signos
y síntomas de ésta y adoptar las acciones adecuadas para evitar que se
extienda.
El curso de una infección influye sobre los cuidados enfermeros
prestados, ya que también la enfermera es la responsable de administrar
correctamente los antibióticos y controlar la respuesta del tratamiento
farmacológico.
Es importante saber que la complejidad del cuidado depende
también de los sistemas del organismo afectados por la infección.
Bibliografía
3: traumatismos, heridas y contusiones (5/10/2011)
Lourdes
Chocarro González, Lourdes Chocarro, Carmen Venturini Medina. Procedimientos y
Cuidados en Medico Quirúrgica. España: Elsevier; 2006.
En este libro quedan muy bien explicados los conceptos
que hemos abordado en clase.
El traumatismo lo define como una lesión producida por un
agente físico, químico o mecánico. Esta lesión puede ser intencional, como es
el caso de una herida quirúrgica o de una punción venosa o también puede ser accidental, como
sería accidentes de tráfico, agresiones
de arma blanca o de fuego, accidentes laborales, picaduras, mordeduras, asta de
toro, etc.
Cuando los traumatismos son cerrados se denominan
contusiones, y no hay afectación de la piel; cuando son abiertos se denominan
heridas.
Por tanto podemos definir una herida como la presencia de
una solución de continuidad de la piel y/o mucosas producida por un agente
físico, químico o mecánico.
Toda herida se
caracteriza por los siguientes síntomas: hemorragia, dolor y separación
de bordes. Si una lesión se abre de dentro hacia fuera como consecuencia de la
lesión de tejidos profundos se denomina ulcera.
En cuanto a la actuación
de la enfermera o enfermero cuando llega un paciente que tiene una herida
debemos de:
Siempre medir la longitud, la anchura, y profundidad de
la herida y registrarlo para poder comparar y evaluar el proceso de curación. Hay que valorar la
cantidad y profundidad de la pérdida del tejido para ver qué tipo de
tratamiento empleamos.
Valorar el estado y el riesgo tetanígeno de una herida,
conocer y dominar la técnica de cura más adecuada, son ejemplos de
conocimientos que la enfermera debe dominar
para poder aplicar unos cuidados de calidad, evitando molestias
innecesarias al paciente y situándolo en
las mejores condiciones para que restablezca la salud.
Bibliografía 4: Tumores y Cáncer
de mama (17/10/2011)
Isabel de la
Torre Gálvez, Manuel Ángel Cobo Dols, Teresa Mateo Rodríguez, Luz Inmaculada
Vicente Peralta. Cuidados enfermeros al paciente oncológico. España:
Publicaciones vértice S.L; 2008
Esta bibliografía esta cogida de un libro que explica los tumores de una
forma muy específica, en el cual cualquier persona interesada puede informarse
de: que es un tumor, que tipos de tumores existen e incluso las relaciones
interpersonales con el paciente oncológico que todo enfermero enfermera debe
saber.
Incide en la importancia del cáncer ya que es la primera causa de muerte
en España, debido a que ocasiona más de 90.000 muertes anuales y es responsable
de la cuarta parte de las defunciones.
Habla de cómo se producen los tumores haciendo hincapié en el proceso de
la carcinogénesis, de sus genes causantes, así como de su etiología, ya que
existe una lista de factores que aumentan el riesgo de padecer un tumor
(tabaco, alcohol, radiaciones, hábitos alimentarios etc.)
Define de una forma clara que son los carcinomas, sarcomas, leucemias,
linfomas y de la estadificación del cáncer que describe el tamaño del tumor y
su grado de diseminación.
Como he mencionado anteriormente existen muchos canceres, aunque los mas
frecuente en nuestro país son:
-Cáncer de pulmón
-Cáncer de colon
-Cáncer de mama
El cáncer de mama es uno de los tumores más frecuentes del mundo. Este
libro proporciona datos estadísticos de defunciones relacionadas con la
aparición de casos nuevos de esta enfermedad (en 2007 fueron 178.480 casos
nuevos) así como las defunciones que ha producido que se encuentran en torno a
unas 40.460 defunciones.
También nos podemos encontrar con los tipos de tratamientos para el
cáncer de mama al igual que para otros así como la quimioterapia y la
radioterapia, en el cáncer de mama la
disección axilar ha sido y es un punto
crítico para el estadiaje, pronóstico, y tratamiento desde hace más de un siglo.
liografía 5: El paciente terminal (28/10/2011)
La esperanza sostiene al paciente
para resistir muchos procedimientos importantes que mejoraran su calidad de
vida hasta que fallezca. Generalmente, ésta cede en la fase de aceptación final
y es señal de muerte inminente.
liografía 5: El paciente terminal (28/10/2011)
Ana María Ospina Velasco. Apoyo al paciente terminal y a la
familia. Acción profesional desde el trabajo social. Cali, Colombia:
Universidad del Valle. Facultad de Humanidades; 2000. p. 47-56.
He elegido este libro porque aporta información adicional y que puede
ser complementaria al tema visto en clase.
Este libro no nos define que es un paciente terminal, o los síntomas que
puede padecer, pero sí que nos muestra estadísticas sobre las enfermedades
que han llevado a los pacientes a fases
terminales, entre ellas y en primer lugar se encuentra el cáncer y seguidamente
la enfermedad del sida (VIH).
La acción profesional con pacientes terminales y sus familias exige al
trabajador social la comprensión no solo de la problemática emocional sino también
los conocimientos básicos sobre la enfermedad que aqueja al paciente, pues hay
una relación directa entre la evolución de la patología orgánica y los estados
de ánimo del paciente.
Es cierto que la proximidad de la muerte generalmente conmociona al ser
humano en forma avasalladora, afectándole hasta en lo más intimo de su ser. En
este sentido se ha hablado del “tabú de la muerte”.
Distintos estudios, sobre los enfermos terminales, plantean que se le
aclare o no su diagnostico al enfermo, el proceso de deterioro de la salud y los implícitos o explícitos mensajes de
quienes le rodean, lo hacen presentir la cercanía de su muerte. En algunos, se
observa un rechazo explicito hasta el final; le plantean al médico que saben que tienen cáncer, por
ejemplo, pero no desean saber nada mas de la enfermedad, ni cuanto les queda de
vida.
También nos explica las distintas fases que pasa un paciente cuando sabe
su diagnostico de enfermedad terminal y que constituyen un proceso que va del
rechazo a la aceptación final de la
muerte (negación y aislamiento; ira; pacto; depresión y aceptación).
La esperanza de sobrevivir generalmente subsiste en las cuatro primeras
fases, apoyándose en diferentes motivos, desde la posibilidad de que se descubra
un medicamento más efectivo, hasta la eventualidad de que ocurra un milagro.
Bibliografía 6: Valoración Dermatológica (31/10/2011)
Javier Daza Lesmes. Evaluación clínico-funcional del movimiento
corporal humano. Edición reimpresa. Editorial Médica Panamericana; 2007.pg 195-202.
Me he fijado en este libro debido
a que dedica uno de sus temas a explicar y plasmar en imagen en qué consiste el
examen clínico funcional del sistema tegumentario.
Para la valoración del
sistema tegumentario y la aplicación de las pruebas específicas, básicamente se
cuentan con tres fases principales: la inspección, la palpación y la movilización
tisular, y la instrumentación.
La inspección juega un papel
fundamental y se inicia con el contacto del paciente. El poder de observación del
profesional de enfermería permite registrar información precisa y comparable en
cada prueba de control.
Para realizar una adecuada valoración
dermatológica, se deben tener buenas condiciones lumínicas como por ejemplo la luz
del día y en ausencia de esta se realiza con luz de tubo fluorescente.
El estudio completo comprende
los diferentes planos y áreas del cuerpo y es necesario retirar cualquier tipo
de vendaje o cubierta del área corporal explorada.
Es importante no olvidarse
de la inspección de prominencias óseas y las áreas de contacto con las ayudas ortopédicas
y las prótesis.
Inicialmente se valoran las características
generales de la piel, como son el color, la textura, la apariencia general, el
grosor, la distribución del pelo y vello, y el volumen.
Los cambios en la coloración
de la piel pueden dar lugar a palidez, rubor, cianosis, ictericia, hiperpigmentación
o hipopigmentación.
La textura permite deducir
el grado de hidratación de la piel así se describe como seca, fina, grasa,
descamada etc.
La diferencia entre el
volumen del tejido cutáneo entre dos regiones se relaciona con la acumulación de
líquido en el tejido celular subcutáneo, lo cual altera las propiedades biomecánicas
de la piel de acuerdo con la magnitud del edema.
En este tema se ilustra en
un cuadro las propiedades bioquímicas de la piel que son:
Movilidad, consistencia,
extensibilidad, elasticidad, flexibilidad, viscoelasticidad y rigidez y
resistencia a diferentes tipos de carga.
Por último durante la fase de instrumentación el
profesional utiliza diferentes dispositivos para cuantificar y determinar las
cualidades del sistema tegumentario que requieren de mayor precisión.
Bibliografía 7: Quemaduras (7/11/2011)
Linda Bucher, Jean Foret Giddens, Patricia Graber O´Brien,
Sharon Mantik Lewis. Enfermería medico quirúrgica: valoración y cuidados de
problemas clínicos. 6º ed. España: Elsevier; 2004
Me ha gustado este libro porque aporta información no vista en clase y
que nos ayuda a tener mayor conocimiento en el tema de las quemaduras, que son
lesiones que se producen actualmente y de
forma diaria, y la mayoría de ellas son evitables.
Explica que la quemadura ocurre cuando existe una lesión de los tejidos
corporales producida por calor, agentes químicos, corriente eléctrica o radiación.
Los efectos resultantes están influidos por la intensidad de la energía, la
duración de la exposición, y el tipo de
tejido lesionado.
Es importante saber que anualmente mueren unas 12.000 personas como
resultado directo de las quemaduras. Mas o menos un millón sigue con
incapacidades considerables sustanciales
o permanentes como consecuencia
de su lesión de quemadura. Las tasas más altas de mortalidad ocurren en niños (en especial en
niños de edad preescolar) y en ancianos.
Este libro nos muestra una tabla en la cual explica el aspecto clínico,
la causa y la estructura de los tipos de grados de quemaduras siendo la
superficial, el primer grado; la profunda, de segundo grado y los grados tercero y cuarto se refiere
a cuando existe destrucción cutánea de
grosor total.
Me ha parecido interesante como explica la extensión y localización de
las quemaduras:
Extensión: utiliza dos guías comúnmente utilizadas:
- El mapa de Lund-Browder, se considera muy seguro porque toma en cuenta la edad del paciente, en proporción al tamaño del área con respecto al cuerpo.
- La regla de los nueve: se considera adecuada para una valoración inicial del paciente adulto quemado.
Con frecuencia la extensión de la quemadura se revisa después de que el
edema haya remitido y haya una demarcación de las zonas de la lesión.
La localización: se relaciona con su gravedad.
Añade los factores de riesgo que producen una mala curación así como por
ejemplo: pacientes ancianos, pacientes con enfermedades cardiovasculares, pacientes
con Diabetes Mellitus, alcoholismo, drogadicción y malnutrición etc.
El conocimiento de las fuentes potenciales de quemaduras permite la
solución del problema de prevención de quemaduras.
La enfermera como ciudadano y como profesional de asistencia sanitaria,
se halla en una buena posición para realizar valoraciones de seguridad en los
domicilios y enseñar a la gente sobre las lesiones por quemadura antes de que
ocurran los accidentes.
Bibliografía 8: El sida
(14/11/2011)
Mirko Drazen Grmek. Historia del sida. Ciencia y técnica. México: Siglo
XIX; 1992. P 143-148
Este libro trata en toda su extensión del sida, una enfermedad que antes
se consideraba mortal pero que actualmente gracias a los avances científicos se
puede considerar más bien una enfermedad crónica. Me centrado en las vías de
transmisión por que constituyen la primera causa de la prevalencia de esta
enfermedad, ya que esta es en la mayoría de sus casos contagiada de unas
personas a otras.
En los últimos cinco años,
las observaciones clínicas, los datos epidemiológicos y las experiencias de
laboratorio, confirman que las modalidades de la transmisión del VIH son limitadas.
No se transmite más que por tres vías: contacto sexual, introducción parenteral
de la sangre y sus productos y pasaje de la madre al feto o al niño de pecho.
La modalidad más común es
sin duda la infección durante las relaciones sexuales. En la esperma y en las
secreciones vaginales de las personas contaminadas, el virus está presente en
pequeñas cantidades en estado libre y en cantidades bastantes considerables en
asociación estrecha con células infectadas.
Según las estadísticas, el
número de mujeres occidentales que han contraído el sida hasta hoy como
resultado de las relaciones sexuales con un compañero masculino no supera el 2%
del total de sidosos adultos. En este grupo están incluidas además las mujeres
que practicaban también el coito anal.
De acuerdo con las encuestas
epidemiológicas de los dos últimos años, el riesgo que corre una persona en
convertirse en seropositiva como consecuencia de las relaciones homosexuales o
heterosexuales aumenta con el número de compañeros, con la frecuencia de otras
enfermedades sexualmente transmisibles y con las relaciones sexuales
traumatizantes.
El virus VIH puede estar
presente en la saliva de una persona enferma o solamente seropositiva, pero
solo en cantidades muy pequeñas.
Se han descrito algunos casos
en que el virus había sido transmitido probablemente a partir de la boca por la
felación homosexual y por caricias orogenitales lesbianas, pero hasta ahora no
se conoce ningún caso absolutamente seguro de infección por el beso, ni
siquiera por mordida.
El modo de transmisión más
eficaz es la transfusión de sangre completa o la perfusión de productos de sangre concentrados. Sin
embargo, incluso cuando es introducido así en un organismo sano, el virus
VIH no siempre se instala en el. También
las personas que deben de someterse a hemodiálisis no están a salvo de este
nuevo peligro.
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